La fractura de tobillo es una lesion muy frecuente y dado que son fracturas articulares precisa un tratamiento que restaure la anatomía normal de la articulación para evitar desarrollo de artrosis secundario.
Los ligamentos del tobillo son vitales para la estabilidad de la articulación y por eso debe considerarse tan importante como el hueso a la hora de tratar este tipo de lesiones.
El mecanismo de lesión suele ser por torcedura y según la posición del pie en el momento de la lesión: supinación o pronación el tipo de fractura y el tratamiento es distinto.
En caso de lesiones sin desplazamiento puede ser tratadas de forma conservador mediante inmovilización 4-6 semanas de yeso y rehabilitación posterior.
En caso de fractura con desplazamiento de los fragmentos óseo es necesaria una correcta reducción y restablecimiento de la anatomía de la mortaja con fijación mediante placa y tornillo que permite la movilización articular en el postoperatorio inmediato sin necesidad de inmovilizar mediante férula de yeso .El paciente puede recibir el alta directamente de la sala de despertar o ingresar para tratamiento del dolor manteniendo el pie en alto.
Existe la posibilidad de colocación en el postoperatorio por su traumatólogo una ortesis que le permite la carga con apoyo completo del pie prácticamente inmediato.
El paciente acude a la revisión a los 10 días para retirar la los puntos y el vendaje y según el tipo de osteosíntesis se permite la carga progresiva con muletas.
Se insiste en los ejercicios pasivo las primeras semanas y activos a partir de la 3ª o 4ª semana y se repite las radiografías a las 6-8 semanas para comprobar la consolidación de la fractura y permitir actividad física de poco impacto como bicicleta, natación y unos 3-4 meses para la actividad atlética competitiva.