La rizólisis por radiofrecuencia es una técnica mínimamente invasiva utilizada en el tratamiento de la lumbalgia de origen mecánico, que es aquel que se produce con el movimiento de la columna.
Se define como lumbalgia mecánica al dolor originado a nivel de las articulaciones de las vertebras, en esta definición no se incluyen los dolores debidos a patología discal como pueden ser hernias, protusiones o discos negros.
La rizólisis por radiofrecuencia consiste en alterar mediante impulsos la conducción del estimulo doloroso a través de los nervios sensitivos de la columna, con lo cual dejan de transmitir los impulsos dolorosos.
Es una técnica que se realiza en quirófano con anestesia local y sedación y que no requiere ingreso, para ello se utiliza anestesia local y la colaboración del anestesista para conseguir una sedación controlada. Normalmente requiere de 2 o 3 inyecciones a ambos lados de la columna que se realizan mediante unas agujas especiales que están conectadas a un generador de radiofrecuencia.
Esta técnica se realiza bajo control de rayos X para tener en todo momento control sobre la situación de las agujas y así no dañar ninguna estructura anatómica. La rizólisis por radiofrecuencia tiene una duración de 45 min tras los cuales el paciente es capaz de salir por su propio pie del quirófano.
Es posible que tras la intervención se tengan algunas molestias que son eficazmente controladas con analgésicos.
Si la radiofrecuencia está bien indicada, estamos hablando de una técnica segura y efectiva para el tratamiento del dolor lumbar que provoca la reducción de los síntomas pocas horas después de la realización del procedimiento.
Como inconveniente principal podríamos decir que es una técnica de duración limitada en el tiempo, ya que sus efectos persisten en el tiempo entre 1 y 2 años debido a que con el tiempo el nervio se regenera y vuelve a realizar su función.