El dolor lumbar (lumbalgia) es una patología extremadamente frecuente, se trata del motivo más frecuente por el que una persona consulta a su médico de atención primaria. Hasta el 80% de las personas  van a padecer un episodio de lumbalgia a lo largo de su vida.
Nos referiremos como lumbalgia al dolor localizado en la zona baja de la espalda, normalmente se trata de un dolor inespecífico que mejora con el reposo y empeora con los movimientos auto-limitado en el tiempo y que en el 90% de los casos desaparece en las 3-4 primeras semanas.

La aparición de dolor lumbar normalmente se encuentra relacionado con la falta de unos buenos hábitos posturales, un déficit de tono muscular a nivel abdominal o lumbar asociado a un acortamiento de la musculatura isquiotibial.

A pesar de que la aparición de un dolor lumbar causa desasosiego en la persona que lo padece sólo en un 15-20% de las ocasiones es debido a una lesión anatómica diagnosticable, como puede ser una espondilolistesis, fractura vertebral, o estenosis de canal degenerativa y únicamente en un 2% es debido a una causa grave.

Es importante conocer los síntomas que nos harían pensar que no nos encontramos ante un dolor lumbar de origen mecánico y que debemos sospechar otras patologías mas graves como pueden ser metástasis, aneurismas de aorta, cólicos de riñón, pancreatitis o perforaciones gástricas. Son los llamados signos de alarma los cuales son:

  1. Dolor dorsal que no varía con los movimientos.
  2. Dolor dorso-lumbar que nos despierta por la noche.
  3. Pérdida de peso.
  4. Fiebre prolongada en el tiempo.
  5. Tratamiento con glucocorticoides.
  6. Antecedente de cáncer.

Tratamiento
En un principio el tratamiento de la lumbalgia consistirá en una disminución de la actividad manteniendo la máxima que nos permita el dolor. Esta absolutamente contraindicado permanecer encamado. El reposo prolongado provoca atrofia muscular (1 a 1,5% de masa muscular por día de reposo), deterioro cardiovascular (15% de pérdida de la capacidad aeróbica en 10 días) pérdida mineral con hipercalcemia e hipercalciuria (aumento de calcio en sangre y pérdida en orina) y riesgo de tromboembolismo.

En este momento está indicado el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos y miorelajantes . Junto al tratamiento farmacológico se puede asociar un tratamiento con el fisioterapeuta que consistiría en masajes en zona lumbar y glútea, Electroterapia (Ultrasonidos, onda corta y radar o microondas).

Una vez que hemos controlado la sintomatología nos reincorporaremos progresivamente a nuestras actividades diarias. Ha de saber que el control del dolor lumbar requiere una actitud activa por parte de los pacientes, estudios científicos han demostrado que la acción que más influye en la mejoría del dolor lumbar es la realización de ejercicio .Por eso  recomendamos la realización de los ejercicios que se pueden encontrar en la página web al menos una vez al día. Otras actividades que favorecen el control de la lumbalgia son el yoga, la natación o el pilates.

Si el dolor lumbar persiste más de 4 semanas es cuando está indicado la realización de una radiografía en la que podemos descartar espondilolistesis, escoliosis, fracturas vertebrales osteoporóticas y valorar el grado de  estenosis de canal degenerativa.

Por ultimo comentar que para los casos de dolor lumbar la cirugía únicamente esta indicada en caso de dolor lumbar no controlable con analgésicos y de más de un año de evolución, como paso previo a la misma nos gustaría destacar la rizólisis, procedimiento no invasivo con muy buenos resultados en el dolor lumbar crónico asociado a artrosis lumbar.